El aparente estado de ebriedad de Amy Winehouse en el escenario fue el motivo para que los asistentes al reciento se sientan indignados e inicien una serie de pifias.
Durante se presentación la artista cantó de modo ininteligible durante 90 minutos, se tropezó y dejó caer el micrófono al suelo, según un periodista de la cadena de televisión.
Tras el suceso, un portavoz dijo que a Winehouse le gustaría pedir perdón a sus seguidores, pero "cree que esto es lo correcto". Esto bochornoso hecho se asocia a su lucha con la adicción a las drogas durante varios años.
Los conciertos anulados se iban a celebrar en Estambul (Turquía) el lunes y en Atenas (Grecia) el miércoles. Su gira, que inicialmente iba a incluir 12 conciertos, continuará el 8 de julio en Bilbao (España).
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