La propuesta fue difundida por grupos sindicales y ecologistas como Greenpeace, a través de un spot televisivo en el que la estrella hollywoodense pide a los ciudadanos que respalden la controvertida propuesta, que el Gobierno de Camberra quiere presentar al Parlamento el próximo año.
Algunos detractores de este gravamen, como el líder nacionalista en el Senado australiano, Barnaby Joyce, acusaron a Blanchett de ignorar las necesidades y carencias de la gente de pie.
"Es lindo ver a los multimillonarios que no van a ser afectados decir lo bueno que es (este eventual impuesto)", señaló con ironía Terri Kelleher, integrante de la Asociación de Familias Australianas.
Blanchett, conocida por ser una gran defensora del medio ambiente, se gastó recientemente diez millones de dólares para hacer más ecológica su lujosa mansión en Sidney.
Algunos medios australianos expresan que la obsesión de la actriz por el medioambiente la ha llevado incluso a restringir sus baños en duchas e intentar reducir sus desplazamientos en coche a 20 kilómetros por semana. (con información de EFE)
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