Adele, cuyo segundo y último álbum, "21", goza de buenas críticas y disfruta de extraordinarias ventas en el mundo, tendrá que someterse a una intervención quirúrgica para curar un problema de hemorragia en sus cuerdas vocales.
Según un comunicado, los médicos le han recomendado que descanse la voz y se recupere completamente antes de atender ningún compromiso profesional.
Preocupada por su salud, la intérprete de "Someone like you" ha tomado la decisión de anular todos sus compromisos con "gran pesar", que enumera los quince conciertos cancelados en Estados Unidos y Reino Unido entre octubre y noviembre.
"No tengo otra opción que recuperarme del todo y adecuadamente, si no, corro el riesgo de dañar mi voz para siempre", reconoció la cantante londinense.
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